Nacimiento de Vallejo de Orbó
Trataré de explicar cómo fue la incorporación de los trabajadores al mundo minero y cómo y por qué surge Vallejo de Orbó como núcleo de asentamiento.
Hasta mediados del siglo XIX las gentes que vivían en estas zonas eran fundamentalmente campesinas. A partir de 1850 complementaban sus pequeñas rentas dedicándose al acarreo de efectos, sobre todo harinas, entre Alar del Rey y Reinosa. Surge así un incipiente comercio. Tras el desarrollo de la actividad minera en estas zonas era necesaria una infraestructura de transportes. La carretería existente se vio desbordada por la amplia necesidad de transporte de carbón y cok. Los campesinos sólo se dedicaban al acarreo cuando sus labores del campo se lo permitían. Y la incipiente minería necesitaba un servicio de transportes puntual y ordenado que le hiciera ganarse clientes.
Tras la inauguración del tramo del ferrocarril Alar del Rey-Bárcena de Pie de Concha, los campesinos vieron como la actividad complementaria del acarreo desapareció en favor del ferrocarril. Con el único sustento de sus tierras, muchos tuvieron que pedir trabajo en las minas y adaptarse a un trabajo dependiente y a una forma diferente de vivir.
Pero la minería necesitaba mano de obra experimentada, mineros cualificados. Así, empezó a crearse el grupo minero a partir de la inmigración de hombres jóvenes procedentes de Asturias y León (Sabero, Matallana, Valderrueda). Éste fue el núcleo inicial de Minas de Orbó: mano de obra cualificada con experiencia previa. En torno a él, se adaptaron los campesinos locales.
Sin embargo el "ir y venir" del campo a la mina, y de la mina al campo; la inmigración, con la consabida "vuelta a casa" cuando era necesario, creó una inestabilidad laboral, característica de las cuencas de Orbó y Santullán, que las empresas trataban de paliar. Zuaznávar se refería a ello en 1884: "en el establecimiento minero de Orbó falta gente en el verano; sobre todo de junio a septiembre escasea notablemente". Y Román Oriol recordaba en 1887 como "antiguamente solían escasear (los obreros) en la época de la recolección por marcharse a sus casas muchos leoneses y asturianos". La empresa minera necesitaba ritmos y pautas de trabajo bajo condiciones industriales y no lo conseguiría sin un asentamiento fijo, a pie de mina, y lejos de los núcleos de población preexistentes. Así es instalado en el vallejo de Orbó el poblado Minas de Orbó. Con ello la empresa conseguía de una parte la comodidad que suponía vivir al lado del trabajo, y de otra, alejar al minero de su condición social preexistente, desligarle de su antigua vida y asegurarse un control directo del trabajo, de la vida e incluso del ocio del minero.
En 1865, en Minas de Orbó existían:
- dos cuarteles para obreros,
- una vivienda para el ingeniero,
- un edificio para la administración y las oficinas de la empresa,
- un hospital,
- un almacén-tienda de comestibles, con panadería y viviendas para los dependientes.
En 1875, se añadieron:
- otros dos cuarteles,
- la mansión de verano de los propietarios,
- la escuela,
- la capilla, y
- la caja de socorros.
En 1909, el II Marqués de Comillas, presidente de la Carbonera Española se hacía con la cuenca minera de Orbó. A excepción de unas pocas viviendas en Orbó, Cillamayor, El Canal y Casablanca, la Carbonera Española dedicó su inversión a la colonia de Vallejo de Orbó. En 1919, ya contaba con varios edificios construidos en piedra, ladrillo, hierro y madera; con cubiertas de teja ordinaria y pizarra de Uralita. Entre ellos destacan:
- 15 edificios destinados a viviendas de obreros;
- 3 edificios de viviendas para empleados;
- economato;
- vaquería;
- capilla;
- cine;
- sanatorio;
- farmacia;
- escuela de niñas, y
- escuela de niños;
- círculo, o lugar de ocio;
- comedores.
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